Buenos Aires es una de las dos capitales lationamericanas que conozco. La otra, por supuesto, es la caótica Bogotá. Así que con muy poca objetividad afirmo que Buenos Aires es uno de los lugares más encantadores que conozco.
En varias oportunidades he caminado sus calles afrancesadas y sucias, que huelen a cigarrillo y a subte, pero en las que con facilidad se encuentra un lugar al aire libre para tomar agua fresca en medio de la humedad del ambiente. Para darse cuenta de que esa ciudad es un lugar raro y especial. Contradictorio.
El motivo del viaje, para dejar a un lado tanto romanticismo de postal, fue la Tercera Conferencia de Creative Commons en América Latina que reunión cerca de 11 co-líderes de nuestro continente para que compartieran con sus colegas la manera en que vienen desarrollando el proyecto Creative Commons en cada uno de sus paises. De entrada la reunión es un evento importante para quienes como yo, han comenzado a involucrarse con las licencias y con todo lo que ellas tienen a su alrededor, algo que resumo en esta pequeña lista:
1. Derecho
2. Propiedad intelecual
3. Movimiento de Libre Cultura
4. Libertad
En un mundo pensado para unos pocos (entiéndase, corporaciones, gobiernos, y ricos de cuna) la posibilidad de que aquello que producimos -los que vamos a pie- pueda servirle a muchos otros, es, desde mi punto de vista, una manera de hacerle frente a los muros invisibles (o no tan invisibles) presentes en nuestros días. Esto, desde luego, no es ninguna verdad revelada de última hora. La rueda nos sirvió a todos, nadie puede decir lo contrario, lo que quiero decir es que, en general, lo que la humanidad produce para bien, nos sirve a todos, el problema es que no llega a todos, no nos involucra a todos.
He entendido el proyecto Creative Commons precisamente así, como un proyecto, como una serie de acciones que, en coordinación y con un objetivo general, se desarrollan en diferentes contextos (no sólo geográficos sino también institucionales). El objetivo es ser una herramienta que les sirva y les llegue a todos. Una especie de rueda que se pueda mover en diferentes terrenos.
La Conferencia permitió que conociera esos otros terrenos, y también para entener que la labor desarrollada desde Karisma, con tanto juicio y voluntad, es algo muchísimo más grande y que nuestro aporte es muy significativo. En pocas palabras, me permitió conocer a otras personas que están interesadas en seguir un camino cercano al nuestros y por supuesto, para distinguir con ojo crítico en qué puntos nos diferenciamos.
Las experiencias de cada capítulo están recopiladas en una publicación que pronto (eso prometieron) estará disponible en la Red. Así pues, será mucho más enriquecedor leer lo que cada uno cuenta, que lo que yo cuente de ellos.
Agradezco muchísimo haber tenido la oportunidad de regresar a Buenos Aires, con otra mirada, con otro objetivo, siendo otra persona. Mucho más conciente de que es necesario pensar en una Cultura Libre, y que lo que hacemos desde Karisma, es sin duda, un aporte para lograrlo. Pero sobre todo -y esto es algo que escuché también en este viaje- hay que pensar en individuos libres. Lo demás viene de la mano.
Creative Commons en Buenos Aires
2010-11-25 Leer en voz alta