Hoy, después de más de tres años de iniciado el proceso penal, el Juzgado 49 Penal del Circuito dictó sentido del fallo a favor del biólogo Diego Gómez, en un proceso penal que habría podido significarle de 4 a 8 años de cárcel y una multa millonaria por compartir un documento académico en línea.
El caso comenzó en 2014 cuando la fiscalía presentó cargos contra Gómez. Unos años atrás, cuando era estudiante de biología de la Universidad de Quindío en Colombia, Gómez compartió en internet una tesis de maestría de la Universidad Nacional que encontró útil para su grupo de estudio.
El autor del documento, haciendo uso de las estrictas leyes de derechos de autor de Colombia, denunció ante la justicia penal la violación a sus derechos de autor y Diego fue identificado como el responsable. El veredicto de hoy se produce después de más de tres años del inicio del procedimiento penal.
“La decisión de la juez es un paso importante que alínea el derecho penal colombiano con los estándares internacionales donde esta arma se reserva para la lucha contra la piratería. El caso debe ser el detonante de una discusión profunda en el país sobre el sentido y pertinencia del acceso abierto. Hoy celebramos que se hizo justicia en un caso absurdo que pudo sentar un mal precedente para el acceso al conocimiento en Colombia”, dijo Carolina Botero, directora de la Fundación Karisma, organización de la sociedad civil colombiana que ha apoyado a Gómez desde el 2014 con la campaña Compartir no es delito.
Hoy, tanto la fiscalía como el denunciante anunciaron que apelarán y tienen plazo hasta el jueves entrante para entregar sus argumentos. Así, el proceso continuará ante el Tribunal de Bogotá.
El acceso abierto permite el acceso inmediato, en línea y sin requerimientos de registro de suscripción o pago a material digital educativo, académico, científico, que circula con una licencia libre que, además, permite su reutilización y copia. Es el modelo que se necesita para actualizar a internet un sistema de publicación científica que está roto y regresarle su función original: la de acelerar el proceso de investigación.
“El veredicto de hoy es un alivio para miles de seguidores del acceso abierto que han estado atentos al caso de Diego Gómez durante casi tres años”, dijo Nick Shockey, director de The Right to Research Coalition en Washington DC, y agregó “Diego es el único estudiante conocido en el mundo que enfrenta cargos criminales por publicar un trabajo académico en línea. Su caso hace eco de la historia de Aaron Swartz, y debe servir como una llamada de atención para apoyar el acceso abierto en las publicaciones académicas.
Con la posible apelación, Diego tendrá que volver a su trabajo en conservación de la biodiversidad, sin descartar la posibilidad de ser condenado a prisión por compartir un artículo de investigación académica en línea.
Por su parte, la Fundación Karisma indicó que pronto iniciará una campaña de crowdfunding con aliados internacionales. La campaña tiene tres objetivos. Primero, cubrir los costos para enfrentar el proceso de apelación y buscar caminos legales que permitan que casos como el de Diego no se repitan. Segundo, la producción de un caso de estudio que permita contar la historia de Diego y mostrar la necesidad del acceso abierto al conocimiento. Finalmente, con el dinero reunido en el crowdfunding se espera cubrir los gastos de alojamiento y transporte de Diego, pues actualmente trabaja en una reserva natural en Costa Rica. Aquellos que quieran apoyar a Diego, pueden firmar la siguiente petición y serán notificados cuando la campaña de crowdfunding esté al aire: http://www.sharingisnotacrime.org
Más información sobre el caso de Diego Gómez aquí y sobre el acceso abierto aquí.
Las redes sociales han mostrado su apoyo a Diego Gómez con la etiqueta #CompartirNoEsDelito y alrededor del mundo usando #StandWithDiego
La representación legal de este caso estuvo a cargo de Claudio Iván Zambrano Pinzón, Luis Bernardo Alzate Gómez. Con asesoría técnica de Germán Realpe Delgado.