Bogotá, 3 de mayo de 2016.
Comunicado de prensa
Dos nuevas audiencias tendrán lugar en mayo de 2016, dentro del proceso penal que enfrenta el biólogo colombiano Diego Gómez, por supuesta infracción al derecho de autor.
“¿A quién se hace más daño cuando no circula información científica durante años? ¿Al autor? ¿Al país?” se preguntaba la abogada y activista Carolina Botero, de la Fundación Karisma en su columna “Compartir no es delito” en julio de 2014 cuando el caso de Diego se hizo público en los medios. El proceso penal que inició hace más de dos años ha continuado su curso y en los días 3 y 18 de mayo se llevarán a cabo dos nuevas audiencias en donde la defensa terminará de presentar sus argumentos.
Sin embargo, “el problema por el acceso al conocimiento científico aún no se debate en Colombia, aunque el sistema de publicaciones académicas es absurdo aquí y en el resto del mundo, y por eso investigadores, activistas, bibliotecas y universidades (incluida Harvard) han comenzado a argumentar por qué debemos cambiar el sistema” dice María Juliana Soto, investigadora de la Fundación Karisma en el artículo El sistema de publicaciones académicas: la historia de un sinsentido.
Como lo expresó Diego en una carta publicada en el blog de la campaña #CompartirNoEsDelito, se trata de un “un proceso largo y desgastante”, pero que él mismo reconoce como una situación que lo ha fortalecido para culminar sus estudios en conservación, y que se trata de “una pequeña mancha comparada con los grandes retos que tenemos en la conservación de nuestra biodiversidad y de nuestra supervivencia como especie”.
En otras ocasiones, la noticia sobre las audiencias que hacen parte del proceso penal han reactivado las campañas #CompartirNoEsDelito, #StandWithDiego y la declaración de apoyo mundial al acceso abierto al conocimiento que han firmado más de 35.500 personas, que promueven organizaciones como Fundación Karisma, Open Access Button, EFF, Sparc y Creative Commons y esta vez no es la excepción.
Si la tesis que compartió Diego en Internet hubiera sido publicada originalmente en un repositorio de acceso abierto, el caso penal sencillamente no existiría, pues el acceso abierto permite copiar, usar y compartir los trabajos científicos sin restricciones de acceso, a texto completo, de forma gratuita, bajo una licencia libre y en Internet. Es hora de que el acceso abierto sea la regla y no la excepción para la publicación de trabajos científicos financiados con fondos públicos.
Hoy en el día de la libertad de prensa en el que celebramos el acceso a la información decimos más fuerte que nunca que #CompartirNoEsDelito
Artículo de opinión:
El sistema de publicaciones académicas: la historia de un sinsentido
2 comentarios
No se comprende que el conocimiento científico no pueda ser compartido y publicado en forma abierta no delictuosa.
Libertad de informacion Primero, universidades corruptas ?