Por: Viviana Rangel
Desde la Fundación Karisma trabajamos para promover y fortalecer políticas públicas y privadas que disminuyan o eliminen las barreras económicas, legales y tecnológicas para el disfrute común del derecho al acceso, al conocimiento y a la cultura. En este sentido, durante años hemos demostrado la importancia de fomentar un sistema de derecho de autor balanceado, en el que se tengan en cuenta los derechos de la sociedad.
En el marco de la pandemia del COVID-19, la mayoría de actividades desarrolladas por instituciones educativas, espacios de investigación, bibliotecas, archivos, museos, centros culturales, salas de conciertos y/o eventos artísticos se han volcado a los espacios virtuales. Esto ha permitido mantener el desarrollo de sus actividades misionales, además de que le han brindado posibilidades a la ciudadanía para acceder al conocimiento y a la cultura en tiempos de crisis.
En Karisma hemos estado haciendo seguimiento a la forma en la que han estado circulando todo tipo de contenidos en entornos digitales. Esta es una oportunidad para entender, desde la práctica, cuáles son las flexibilidades que la legislación de derechos de autor en el país debe contemplar,sobre todo en situaciones de emergencia, crisis, o funcionamiento atípico de las dinámicas en la sociedad.
La situación actual a nivel mundial ha generado diversas discusiones en torno a la propiedad intelectual y el interés público. Mucho se ha hablado sobre la necesidad de flexibilizar la legislación relacionada con la protección de medicamentos y/o diversos insumos sanitarios de acceso restringido que pueden ser fundamentales para la contención del COVID-19. Desde COMMUNIA, una red europea que promueve políticas que amplíen el dominio público y aumenten el acceso y reutilización de la cultural y el conocimiento, también se han planteado algunos elementos que deben tenerse en consideración en cuanto al derecho de autor y el interés público en situaciones de emergencia.
A la luz de la Directiva Europea, COMMUNIA plantea los siguientes límites que deben considerarse en una situación como la actual y que sirven de guía para la discusión colombiana sobre el tema:
- Las flexibilidades del derecho de autor deben apoyar la educación, la investigación y otras actividades de interés público que, en tiempos de emergencia, tienen lugar a distancia.
- El legislativo debe encontrar un balance entre el derecho de autor y los derechos fundamentales de las personas usuarias. En emergencias, ese equilibrio debe favorecer los derechos a la libertad de información, la la ciencia y la educación por encima de los derechos del autor o titular, que impiden la utilización de su obra.
- Garantizar el ejercicio de los derechos fundamentales puede permitir modificaciones o derogaciones de derechos exclusivos con el fin de proteger actividades que instituciones educativas, organizaciones de investigación e instituciones de patrimonio cultural normalmente hacen en espacios físicos y que, en crisis, se ven obligadas a cerrar.
Si este equilibrio entre los derechos de las personas usuarias y de los autores o titulares se tuviera en cuenta:
- El profesorado podría mostrar obras y otros materiales durante una clase en línea transmitida o grabada a la que solo puedan acceder el alumnado de la institución.
- El personal de bibliotecas y otras personas facilitadoras podrían transmitir en línea la lectura de libros infantiles, mostrando incluso las ilustraciones respectivas..
- Las bibliotecas, los archivos y otras instituciones culturales podrían poner a disposición del público, con fines de investigación o de estudio privado, mediante entornos electrónicos seguros, copias de las obras y otras materias contenidas en sus colecciones.
- El préstamo en línea por parte de bibliotecas, archivos y otras organizaciones de patrimonio cultural de copias digitales de obras enteras u otros temas sería posible, con la condición de que el préstamo se efectúe sobre la base del modelo de una sola copia para un usuario.
La realidad es que muchas de estas prácticas se realizan diariamente por parte de instituciones, organizaciones y personas de las comunidades educativas, investigativas y culturales. Sin embargo, en su mayoría, se hacen con la incertidumbre constante de tener que enfrentar posibles infracciones al derecho de autor. Quienes hacen uso de diversas plataformas, como es el caso de las redes sociales, para la difusión de este tipo de contenidos, en muchos casos, son bloqueados, censurados o ven su contenido eliminado por posible violación a los derechos de autor detectada por las mismas plataformas o denunciadas por el titular del derecho.
Sobre esta realidad, la autoridad colombiana de derechos de autor no se ha pronunciado. Karisma, no obstante, no se detiene en su labor de promover un ecosistema digital en el que la libertad de expresión y el acceso al conocimiento y la cultura se pueda disfrutar sin barreras indebidas. Por ello, hace unas semanas lanzamos una encuesta para identificar situaciones en donde los derechos de las personas se puedan haber visto afectados debido a la censura o remoción de contenidos o cuentas. Esto será insumo para nuestra labor de promoción de un sistema de derecho de autor más balanceado.
Aquí les compartimos esta información:
Encuesta: https://bit.ly/3cRUYzH
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