La mala práctica de regular Internet desde el desconocimiento, el miedo y los intereses particulares, es lo que hoy parece repetirse con la #LeyNetflix
Esa misma mala práctica, de regular Internet desde el desconocimiento, el miedo y los intereses particulares, es lo que hoy parece repetirse con la #LeyNetflix. El problema central es la regulación del streaming de video en Colombia, a lo que el proyecto de ley del Representante Diego Patiño denomina “servicios de provisión de contenidos audiovisuales sobre redes de comunicaciones“. De fondo, efectivamente, hay preocupaciones legítimas como la ausencia de tributación, la protección de contenido nacional, los problemas de competencia desleal, etcétera. Sin embargo, la realidad tecnológica hace que una regulación sobre Internet que se concibe desde un paradigma obsoleto de la época preinternet sea hoy en día simplemente irreal. Lo cierto es que las soluciones planteadas en la regulación ponen en riesgo el ejercicio de derechos fundamentales como la libertad de expresión o la libertad de acceso a la información, sin que por otra parte sea una verdadera solución a los problemas que ha identificado.
Si este proyecto de ley fuera aprobado, servicios como Netflix o YouTube serían considerados un servicio público, tendrían que registrarse ante el Gobierno para ofrecer sus servicios en el país, cumplir varias otras obligaciones y además serían vigilados por una entidad estatal.
Yo no me imagino a ningún funcionario público ejerciendo esa vigilancia. Es decir, ¿contratarán a un grupo heroico de miles de funcionarios públicos para ver videos por Internet 24 horas al día 7 días a la semana como para que logren vigilar los 216 millones de horas de video que se ven mensualmente en el país a través de la red? ¿Cómo harán esa vigilancia? ¿Al azar? ¿Por demanda?
Parece que el Congreso sigue sin entender que cuando habla de un medio disruptivo como Internet no se puede pensar siquiera en proponer una regulación sin llamar a la discusión a todas las partes interesadas.
Esa idea no es nueva, es un modelo que se ha implementado desde hace 10 años con buenos resultados y del cual Colombia hace parte. Genera un sinsabor general ver lo que propone el Congreso en contraste con otras iniciativas de las que participa el mismo gobierno como lo son el Foro de Gobernanza de Internet.
Durante esta semana, Bogotá es el anfitrión de una de las reuniones más importantes de la comunidad técnica latinoamericana, LACNIC 24, una reunión que además se realizará de forma paralela con otras reuniones, el Foro de Operadores de Redes de Latinoamérica y el Caribe – LACNOG-, El Foro Global de Respuesta a Incidentes y Equipos de Seguridad -FIRST-, la asamblea de asociados y taller de políticas de LACTLD y el 2o. Foro colombiano de Gobernanza de Internet.
Este último evento es el resultado de un esfuerzo conjunto entre sociedad civil, sector privado y gobierno de construir y mantener una mesa colombiana de gobernanza de Internet donde se discutan de forma abierta los principios compartidos, normas, reglas, procesos de toma de decisión y programas, que modelan la evolución y el uso de Internet.
Durante el foro se discutirán temas que bien podrían alimentar la necesaria discusión sobre la #leyNetflix en el país: neutralidad de la red, libertad de expresión en Internet, ciberseguridad y ciberdefensa, internet para reducir la pobreza. Este es un llamado a aquellos interesados en estos temas para que participemos de estos espacios abiertos de discusión, y aprovechemos el encuentro para llenarnos de argumentos de cara al debate que se está empezando a forjar alrededor de la #leyNetflix. También es un llamado al Representante Patiño, y al congreso es general, para que se peguen una pasada por el hotel Tequendama, no les vale nada, y traten de comprender que en estas discusiones cuando se invitan a todos los interesados y se escuchan diversas voces se aprende y se logra más.