Una encuesta para entender la violencia machista contra periodistas y comunicadoras colombianas
Por Amalia Toledo
Ser periodistas es enfrentarse a un sinnúmero de riesgos que, desafortunadamente, se asumen cuando se cuestiona al poder. Sin embargo, las periodistas y comunicadoras corren un mayor riesgo de violencia como resultado de sus actividades profesionales. El listado de violencia va desde el acoso, pasando por múltiples abusos en línea, hasta la violencia sexual no solo por ejercer el periodismo, sino por el hecho de ser mujer. Y sí, además, se cruzan otros elementos como la etnia, la orientación sexual, la identidad de género u otras condiciones socioeconómicas, los riesgos de sufrir violencias se incrementan.
Cifras a nivel global muestran la magnitud del problema. Por ejemplo, más de la mitad de las mujeres periodistas han sufrido intimidación, abuso o amenazas por su trabajo. Muchas de estas violencias las viven en el lugar de trabajo y sus victimarios suelen ser jefes o supervisores. Una de cuatro ha sufrido violencia sexual; mientras que el acoso sexual es casi el pan de cada día. Y toda esta violencia ocurre impunemente.
Cuando añadimos el componente de las tecnologías de la información y las comunicación (TIC), la situación no mejora. Si bien las TIC han posibilitado y ampliado las oportunidades de muchas mujeres y otros grupos históricamente marginados para participar activamente en los espacios cívicos, siempre que tengan acceso a ellas, también han supuesto un nuevo escenario de cuestionamiento hacia las mujeres. El ya enorme catálogo de violencia que enfrentan mujeres periodistas y comunicadoras se ha ampliado y hasta fortalecido en internet con actos como la publicación de información confidencial, los ataques coordinados de troles para silenciar, humillar o desacreditar, la sextorsión o la difusión no consentida de material con contenido sexual.
Sabemos que las periodistas y comunicadoras colombianas no son ajenas a esta dolorosa realidad. La FLIP ha registrado el alto costo que enfrentan las periodistas por atreverse a enfrentar al poder, en especial, cuando cubren temas de desigualdad y violencia de género. Años atrás hicimos una primera exploración para identificar manifestaciones de la violencia en internet y sus consecuencias con este grupo profesional. Sin embargo, no hay suficientes datos que nos muestran la dimensión del problema a nivel nacional.
Con el fin de aportar a una mejor comprensión sobre las distintas violencias que enfrenta las periodistas y comunicadoras colombianas, nos hemos embarcado, junto a la Red Colombiana de Periodistas de con Visión de Género, en un ambicioso proyecto de investigación en el que esperamos tener un panorama general sobre este problema. Para ello, hoy lanzamos esta encuesta en línea con la que esperamos recoger datos que nos permitan conocer las diferentes manifestaciones de violencias ejercidas contra las mujeres, los espacio de mayor ocurrencia, las relaciones entre la violencia ocurrida en espacios analógicos y los digitales, y las consecuencias de las violencia en las vidas de las periodistas y comunicadoras.
Tener una mejor comprensión de este fenómeno es esencial para desarrollar medidas sensibles al género de prevención, protección y no repetición. Con ello, esperamos poder aportar a defender y proteger el derecho a la libre expresión de las mujeres, y fortalecer la pluralidad democrática.
Para más información de la investigación, visita el sitio web de Periodistas sin Acoso.