Por Pilar Sáenz
En diciembre del año pasado compré un celular Nexus5x en el exterior y lo traje al país. Cuando el gobierno relanzó la campaña contra el hurto de celulares –a través del registro de IMEI– me di cuenta que, además de bloquear los celulares no registrados, pretenden bloquear los equipos que no estén homologados aun cuando el IMEI del equipo se haya registrado en la forma indicada.
Hace unos meses descubrí que mi celular no estaba dentro del listado de equipos homologados por la CRC, por tanto, en cualquier momento podrían bloquearlo. No importaba que lo hubiera comprado y traído legalmente al país ni que lo hubiera registrado con mi operador.
No adquirí ese celular por capricho, mi elección obedece a razones de seguridad. Para mí es muy importante poder tener actualizaciones del sistema operativo que no dependan de la voluntad de los fabricantes y distribuidores. Por eso elegí este teléfono. Suponía, erróneamente, que si lo podía comprar y usar en los Estados Unidos, luego de pasar todos los protocolos que existen allá por parte de la FCC, no iba a tener problemas acá. De hecho, la misma CRC acepta los certificados de conformidad de los equipos expedidos por la FCC, algo que encontré cumple mi Nexus5x.
Que mi celular no esté homologado en el país, además de inesperado, supone vivir con ese temor constante de que lo bloqueen. Mi alegría fue enorme cuando vi una noticia en Enter donde afirmaban que, ahora sí, cualquiera podía homologar un celular en Colombia. Leí la resolución del Ministerio y decidí dedicar parte del fin de semana a homologar mi celular y quitarme el miedo de encima. Este texto es para contarles la historia de cómo fallé.
Hasta el mes pasado la homologación de equipos solo podían hacerla los operadores y quienes tuvieran acceso a la información técnica requerida y pudieran pagar por el trámite. El costo de una homologación en el país era de 10 SMMLV –$6.894.500–, lo que dejaba este proceso fuera del alcance de la mayoría de las personas. Para mí, esto incentiva a que solo los modelos más conocidos que traen los operadores y grandes importadores al país sean los que puedan operar, además desestimula a que los operadores tengan catálogos bien surtidos. Otro efecto es que ignora que las personas también ingresan equipos para su uso personal cuando viajan o porque buscan equipos de características específicas que en Colombia no se consiguen.
MinTIC, mediante una resolución, quitó el pago que impedía que “esos usuarios [sic] pudieran adelantar este trámite, lo cual constituye una barrera de acceso al mismo”. El cambio se justifica con la determinación del Departamento Administrativo de la Función Pública que pide “la racionalización de trámites”:
Empecé por ir al formulario que aparecía citado en el artículo. El enlace me llevó al sistema de homologación de terminales. Dicho sea de paso, aun cuando el formulario recoge datos personales (nombre, teléfono, dirección, correo y número de identificación) no tiene certificado de seguridad, no hay https.
Comenzamos mal, pero “la necesidad tiene cara de perro” y contraviniendo todas las recomendaciones de seguridad del propio gobierno (MinTIC) donde se dice que uno no debe llenar formularios en estas condiciones decidí llenarlo.
Gasté mucho tiempo buscando la información que pedían sobre el equipo. Piden cosas que no conocía o que no sabía dónde encontrar. Desde especificaciones técnicas como el nivel de emisión de radiación (SAR) y su tipo de código de asignación (TAC) hasta el listado completo de bandas soportadas. Mi perseverancia es grande y tras un par de horas de búsquedas en línea conseguí todos estos datos.
Mi entusiasmó llegó hasta la casilla de archivos adjuntos (que no pude consultar hasta no diligenciar algunos datos anteriores), donde suponía que simplemente iba a anexar la información que había encontrado y que soportaba lo que ya me preguntaron, pero no. En un formulario adicional me pedían adjuntar documentos específicos que no sé dónde se pueden conseguir. Imagínese que necesito la carta de la Asociación del sistema global para las comunicaciones móviles (GSMA), donde se asigna el número TAC al fabricante y al equipo. Tras una búsqueda juiciosa encontré que ese documento está disponible tan solo para las organizaciones y empresas suscritas a la edición semanal de la base de datos de la GSMA, es decir, ni siquiera parecen estár disponible de forma pública.
Ahora bien, la ayuda en línea de este formulario no explica mucho más. No dice dónde encontrar ese tipo de documentos, ni los define. Mi conclusión es que la resolución es literal, simplemente quitaron la barrera del pago, pues, todas las demás se mantienen. La realidad es que no cualquiera puede hacer la homologación, se necesita conocimiento y acceso a información técnica reservada para unos pocos. Si bien la resolución derogó el pago, el procedimiento sigue mal. Por ejemplo, aún se pide adjuntar al formulario el recibo de consignación de banco por concepto de la solicitud de homologación. ¿No fue eso lo derogado por la Resolución del MinTIC?
Después de todo esto, no sé de qué sirve quitar la barrera del pago si se mantienen las barreras de información y documentación técnica. No es posible para una persona corriente presentar la información que piden –cuando empecé a llenar el formulario no esperaba tener que saber cuál fue el laboratorio que hizo las pruebas de radiación de mi celular, ahora lo se y de nada me sirve–, mucho menos anexar documentos que no son públicos.
Son inútiles los anuncios que hace el Ministerio TIC sobre las bondades de la Resolución. Si el proceso de homologación no cambia radicalmente, el resultado va a ser el mismo: ninguna persona podrá homologar los equipos legalmente adquiridos de forma fácil y por tanto esa barrera para la innovación y para el acceso se mantendrá.
Necesitamos combatir el hurto de celulares, nadie puede negar esto. Sin embargo, la ruta elegida tiene costos desproporcionados para el país. Acabo de contar mi historia que es la de muchos. Es un ejemplo de cómo se desincentiva a una población conocedora de tecnología para adquirir y usar equipos no convencionales en el país, eso es un problema de innovación y de libertad de consumo. Pero además si jalamos un poco más la pita, para satisfacer un procedimiento de registro de celulares meticuloso y exagerado todos los operadores están obligados a adelantar procedimientos engorrosos de importación y homologación, esto sin duda afecta a la ciudadanía pues –como ya dije– también desincentiva que ellos tengan amplios catálogos, pero esto merece analizarse en otro texto.
Por ahora, un fin de semana de aprender mucho sobre terminales móviles no sirvió para quitarme el temor de que el día menos pensado mi equipo resulte bloqueado por un procedimiento absurdo que por más que quiera y trate no puedo cumplir. Sinceramente espero que la CRC y el Ministerio TIC entiendan que a la hora de quitar barreras, deben pensar en todas. El problema no es solo de plata sino también de pedir cosas que van más allá de las posibilidades reales de las personas.
Nota aclaratoria
Gracias a un mensaje en los comentarios del artículo, me entero que la CRC sí cambio el proceso de homologación para hacerlo asequible a la ciudadanía.
Estas son las nuevas instrucciones para presentar un equipo para ser candidato a homologación que reemplazan desde hace una semana a esas otras que traté de seguir infructuosamente. En la nueva página, la CRC aclara que se necesita enviar solo la información de marca, modelo, código FCC-ID y el IMEI del equipo. Explica claramente cómo y dónde obtener esta información y simplemente pide que se adjunten las imágenes de soporte por correo electrónico a la dirección homologatucelu@crcom.gov.co con el asunto “Presento mi celu”, incluyendo los datos de quien hace la consulta: nombre completo, tipo de identificación y número de identificación.
La CRC se encarga de verificar la información y revisar si el equipo es un candidato a homologación. En ese caso, buscarán la información técnica que ellos necesitan para el proceso. ¡Todo un cambio!
Sin embargo, la nota de prensa donde la CRC anuncia este nuevo proceso se publicó el 14 de octubre, dos semanas después de la publicación del artículo de ENTER que propició el artículo original y donde, a la fecha, aún se mantiene la información del viejo procedimiento.
Si se lo están preguntando, ya envié el correo con la información para homologar mi Nexus5x y espero que en el transcurso del próximo mes me avisen si cumple los requisitos para ser un celular registrado y homologado legalmente en el país. Espero en diciembre ya poder dormir tranquila sin pensar que voy a amanecer con el equipo bloqueado.
*Este artículo se elaboró en la primera semana de octubre, aunque se haya publicado hasta el 19 del mes.