26 de abril: Día mundial de la Propiedad Intelectual
Por Viviana Rangel y Alejandra Martínez
Empresas intermediarias de Internet como Facebook, Twitter, Instagram y YouTube están bloqueando o eliminando de sus plataformas aquellos contenidos digitales que no consideran relevantes y fidedignos para la salud y la educación en medio de la crisis por COVID 19; entre otras razones.
Este proceso de bloqueo y eliminación se ha automatizado mucho más debido a la reducción de la participación de las personas responsables de moderar los contenidos en estos espacios y ha generado grandes preocupaciones entre la sociedad civil que llama la atención sobre el efecto que esto puede tener en nuestra libertad de expresión.
Lo paradójico aquí es que desde hace más de dos décadas la moderación de contenidos por supuestas infracciones al derecho de autor es muy frecuente y, de todas las opciones de moderación es la que más se automatiza -aunque responde a un proceso de notificación y retiro que permite algún grado de defensa-, como veremos más adelante, está lejos de ser una garantía.
Quienes están denunciando la desaparición de información han alertado que las implicaciones son más críticas en las actuales circunstancias. Durante la emergencia estos bloqueos no solo afectan el potencial para que las personas activen sus derechos y capacidades en la economía digital -que se basa en la idea de una internet libre, abierta y participativa-, también desfavorece el derecho de cohabitar el espacio y la nueva vida digital con contenidos informativos, educativos y de entretenimiento.
Entre las diversas iniciativas públicas y privadas que habitan los espacios digitales, que se vienen creando y compartiendo para responder a las necesidades de la crisis y que han experimentado los bloqueos y eliminaciones que hemos mencionado, encontramos la lectura de cuentos, textos, programas de análisis de películas, programas de música, de radio, literatura, transmisiones en vivo de teatro y conciertos, festivales de cine online. Personas y colectivos han lanzado contenidos educativos que son compartidos y bibliotecas han puesto sus catálogos digitales a disposición del público, entre otras.
Todas ellas se han mudado al entorno digital y para su sorpresa y la de sus audiencias, esas interacciones con obras protegidas por derechos han sido silenciadas, bloqueadas o eliminadas.
Por eso, por el silencio que va colonizando la red, en Fundación Karisma estamos documentando casos de bloqueos, eliminaciones de contenidos o censuras de cualquier tipo en el marco del COVID-19, nos interesan sobre todo las derivadas del proceso de notificación y retiro del derecho de autor. Si usted, en su ejercicio de creación, circulación o consumo de contenidos digitales ha experimentado alguna de estas acciones, le animamos a diligenciar esta encuesta.
Queremos visibilizar las excepciones y limitaciones que la legislación de derechos de autor debe contemplar para fortalecer el desarrollo y la divulgación de contenidos que se hacen aún más necesarios en momentos de crisis entendiendo que el acceso a cultura, la educación y el entretenimiento también son temas que se relacionan con la salud mental y emocional. Por otro lado, nuestro propósito también es hacer notar que de acuerdo con La Digital Millenium Copyright Act -DMCA, que es aplicable a la mayoría de las plataformas y redes sociales de internet, muchos de estos usos están cubiertos por el “uso justo”, precisamente porque la emergencia mundial cambia el contexto.
Aunque el entorno es otro, es imposible no mirar lo que está pasando hoy sin recordar los problemas que durante las dos últimas décadas ha supuesto la moderación de contenidos en materia de derecho de autor. De eso va la investigación que en 2019 hizo Karisma:
Internet es tu pasión. El derecho de autor como límite a la libertad de expresión
Este informe que publicamos en 2019, evidencia los riesgos del sistema de notificaciones y retiro de la DMCA, sobre los derechos humanos de las personas que producen y publican información en línea.
La eliminación de contenidos y/o cuentas, ya sea por mandato legal (por ejemplo, el mecanismo de “notificación y retiro” de la DMCA) o por los términos y condiciones de servicio de las propias plataformas, tiene un impacto significativo en la vida de las personas, particularmente en su derecho a la libertad de expresión y en algunos casos como en los derechos a la salud y el acceso a la cultura, que se analizaron en la investigación de Karisma.
Ataques a la libertad de expresión, riesgo de vigilancia, aumento de la homogeneidad económica, restricciones a la competencia y a la innovación, impacto en la diversidad de información y pluralismo de medios, entre otros, son algunos de los puntos que la Fundación señala como preocupantes.
Nos estamos quedando sin cuentas, sin contenidos y sin derechos: Hegemonía de los Intermediarios de internet sobre ciudadanos de a pie
Las políticas propias de las empresas intermediarias de Internet en relación con los contenidos no han sido diseñadas para procurar el respeto a la libertad de expresión y al acceso a la información de quienes usan las plataformas.
La aplicación arbitraria de las censuras por parte de estas empresas pone en desventaja absoluta a las personas productoras de información:
Aparte de perder el contenido en sus plataformas, las personas usuarias de a pie, deben asumir la ardua tarea de defenderlos, reclamarlos y solicitar una rectificación. Mientras las empresas intermediarias de servicio de internet no pierden nada al dejar que el material siga circulando, la persona que ve afectado su contenido, en cambio, enfrenta lo impensable.
Los mecanismos de eliminación o bloqueo se han convertido en un obstáculo difícil de superar y contrarrestar que inhibe e intimida a las personas, pues al momento de defender su derecho a expresarse libremente no sólo enfrentan la amenaza de una sanción legal, también el riesgo de un gasto económico muy alto al tener que asumir un pleito en Estados Unidos.
Como si todo esto no fuera suficiente, las personas deben cargar con el peso de enfrentarse a un texto con particularidades legales y técnicas en un idioma diferente del que no tienen conocimiento. Aunque esto ha mejorado en los últimos años es frecuente que las comunicaciones del proceso de “notificación y retiro” sucedan en inglés.
Otros de los factores por los cuales el sistema de “notificación y retiro” de la DMCA, es considerado como injusto y complicado, es que estas plataformas no tienen protocolos para el manejo de las respuestas a las personas usuarias y el seguimiento de las contranotificaciones que estas personas hacen. La ausencia de datos sobre estos problemas en los informes de transparencia de estas empresas, también supone trabas para la observancia y exigibilidad de los derechos humanos de las personas, en cabeza de organizaciones de la sociedad civil, ONGS y colectivos que buscan mantener una internet que conserve algo de libre, abierta y participativa.
¿Cuál es el panorama actual en Colombia?
Carolina Botero, directora de la Fundación Karisma, es enfática al expresar que:
Los problemas que identificamos en Internet es tu pasión en 2016 no han cambiado, se han exacerbado si nuestra “nueva normalidad” es la emergencia por el Covid 19. Cuando nuestro espacio público es internet, acallar una voz es una grave amenaza a la libertad de expresión y nos obliga a exigir mejores y más garantistas procesos, pero, sobre todo nos obliga a valorar las flexibilidades del sistema, las excepciones y limitaciones.
Sobre la investigación de Karisma
El Informe: Internet es tu pasión. El derecho de autor como límite a la libertad de expresión, es el resultado de la participación de la Fundación Karisma en el Proyecto Understanding The Socio- Economic Impact of Copyright in the Digital Economy (CODE, Project,2016), en el que colaboraron diferentes ONG y académicos que trabajan en torno a temas de derechos de autor, e Internet en Estados Unidos, Brasil India, Chile y Colombia.
Una de las actividades que se adelantó en el marco de este ejercicio, fue el seguimiento a los casos de 11 personas a quienes intermediarios de Internet como Facebook, Twitter, Instagram, Youtube y Vine; bloquearon, cerraron o eliminaron sus cuentas o contenidos por supuestas infracciones al derecho de autor cometidas en sus canales, aunque en algunos casos los “contenidos infractores”, eran sus creaciones propias y originales.
Estamos documentando: bloqueos, eliminaciones o censuras de las plataformas por derecho de autor en tiempos de COVID-19. ¡Pasa la voz ! o ¡Registra aquí lo que te pasó en Internet!
Te compartimos el informe completo: Internet es tu Pasión