Para la población rural y sobre todo para la más dispersa y económicamente frágil, la brecha digital no es un desafío que esté próximo a superarse. Más del 80 % de la población colombiana está conectada a internet, pero en su mayoría está en las ciudades. La ruralidad colombiana sigue desconectada….
Carolina Botero, anterior directora de Fundación Karisma.
Hablar de la historia de Fundación Karisma es remontarse al año 2003 y al propósito de trabajar para fortalecer la autonomía de las comunidades rurales a través de la incorporación de tecnologías, que, de manera sostenible, facilitaran un acceso más equitativo a las oportunidades y beneficios que brinda; al conocimiento y a la cultura.
En permanente transformación, esa idea inicial que fue acogida por el Laboratorio de Apropiación tecnológica de Fundación Karisma, se ha extendido desde hace 10 años por el territorio colombiano a través de la Red Local Kimera, una herramienta que permite crear un servidor con contenidos y recursos accesibles vía red inalámbrica, alojadas en un computador personal o de una institución bajo sistema operativo Windows.
Contando su paso por la Guajira, el Tolima, varias zonas de Cundinamarca y del trabajo articulado con otros pares, como la Fundación Wikimedia y el Centro ISUR de la Universidad del Rosario y en asocio con la comunidad indígena Wayuú, Kimera ha conectado las necesidades de las comunidades con nuevas formas de resistencia.
Más allá de la educación, habitantes de la región norte-occidente de Venezuela y norte-oriente de Colombia, en la Guajira, Kimera ha sido usado para enlazar la tecnología con la sistematización, preservación, y fortalecimiento de la identidad de la cultura a través contenidos en su lengua indígena, incluida la creación de Wikipedia (Wikipeetia en Wayuunaiki).
Además, como lo agrega Victor Medina: En la Guajira “hemos aprovechado la Red Local Kimera en comunidad, en donde es, digamos, tierra de olvido, no hay fluido eléctrico, para hacer todo un proceso de la red fotovoltaica dos paneles solares, un pequeño computador y un router. Y desde allí, estamos empezando a fortalecer los procesos educativos de todas estas comunidades que están aledañas”.
En otra parte de Colombia, Karisma ha trabajado con un proyecto cultural de la comunidad indígena Zenú vinculando los conocimientos tradicionales de los mayores con los jóvenes a través de la ciencia ciudadana. Están utilizando la red para recopilar información para el proyecto de alfabetización digital, preservando el lenguaje oral y las tradiciones visuales.
“Los jóvenes están dispuestos a utilizar la tecnología, hacer entrevistas y hacer videos. Y las personas mayores están muy felices de hablar con ellos”. “Necesitaban los medios para recopilar la información, procesarla, ponerla en sus manos y luego decidir cómo compartirla con otros“. Dijo Carolina Botero, antes directora de la Fundación Karisma.
Las experiencias se extienden de un lado al otro. En unos lugares, la red Kimera también ha servido para impactar asuntos de la economía familiar al ofrecer una solución que disminuye la inversión que las familias deben hacer en la educación de sus hijos, por ejemplo, por el pago de fotocopias o por el pago de recargas para conectarse a internet; donde es posible.
En el siguiente video les compartimos más testimonios sobre el impacto de la Red Local Kimera.
Y como todas estas transformaciones no paran, en 2023, la Red Local Kimera, pasó de operar desde el K- Apropiación, (antes Laboratorio de Apropiación tecnológica) de nuestra Fundación, a la Corporación Frutos de Utopía, una organización con la que hemos venido articulando iniciativas de este tipo y que trabaja por el desarrollo rural sostenible mediante alternativas y soluciones específicas para problemas locales en materia económica, medio ambiental, cultural y tecnológica.
Por ejemplo, en el territorio del Páramo del Verjón, ruralidad de Bogotá, Utopía se unió con un grupo de mujeres campesinas a través de redes de información para el apoyo a la agricultura familiar y la educación ambiental y de esta manera, implementar la Red Local Kimera en el territorio.
Usando Kimera, estas mujeres mejoraron sus habilidades digitales en apoyo a sus acciones productivas y de comercialización de productos orgánicos y otros servicios.
Te invitamos a acceder al siguiente video para conocer mejor el trabajo de Fundación Frutos de Utopía.
Larga vida para la Red Local Kimera, que, ahora desde La Corporación Frutos de Utopía seguirá recorriendo el país para trabajar con y para las comunidades rurales en la labor de generar alternativas y soluciones para un desarrollo rural sostenible desde diferentes frentes de acción.
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