[Impacto K 2020 ] Carta de nuestra directora

2021-05-24 Leer en voz alta

El 2020 fue un año desafiante a muchos niveles, la pan-demia cambió todos los aspectos de nuestra vida con impactos importantes en todos los temas y asuntos de los que se ocupa Karisma, también cambió nuestra forma de operar y trabajar. Sin duda, la pandemia evi-denció, exacerbó e hizo más visibles nuestras preocu-paciones sustanciales.

A nivel institucional Karisma se encontró en 2020 en una buena posición para enfrentar el reto de la cuarentena y el aislamiento que no terminan. Desde la lógica del cuidado colectivo, buscamos apoyo psicológico, acompañamiento de telemedicina, actividades extralaborales en casa -incluso para los más pequeños- y adoptamos normas de bioseguridad. El modelo de trabajo flexible que practicamos, requirió algunos ajustes, pero permitió al equipo humano adaptarse y hacer tránsito al trabajo en casa enfrentando los retos de combinar el espacio y tiempo personales con el laboral. En lo práctico debimos distribuir sillas, computadores y pantallas para adecuar espacios de trabajo en las casas.

La financiación también tuvo cambios que quienes nos financian apoyaron. Debimos ajustar las actividades de los proyectos comprometidos con alternativas para cumplir los propósitos que buscábamos, logrando una ejecución del 100% en lo sustancial. Debido a los cambios de la pandemia debimos asumir temas emergentes y conseguimos la financiación para hacerlo…

Las comunidades con las que trabajamos y a las que servimos siguieron encontrando en Karisma apoyo y espacios de encuentro pues aprovechamos la virtualidad para impulsar nuevas ideas y ampliar nuestro alcance. El vigor con que el grupo de comunicaciones asumió el reto de crecer nuestra presencia en línea fue ejemplar, ensayando nuevos formatos y lenguajes en un entorno de aceleración digital. En este contexto el 2020 para Karisma se convirtió en un referente y fuente de los medios, como nunca antes.

En cuanto a la parte sustancial del trabajo de Karisma son muchos los temas que merecen mención. La emergencia que desata la pandemia concede poderes especiales al ejecutivo en los diferentes países lo que hace al gobierno protagonista legislando por decreto y de afán. Disminuyen los controles y la incidencia sucede por videollamada. Aún así hicimos seguimiento al rol de las tecnologías para enfrentar la emergencia, especialmente en lo relacionado con aplicativos y soluciones web para hacer vigilancia al Covid-19, a la información sobre la infraestructura de internet, de los datos usados para asignar ayuda y al análisis de la brecha digital.

Dedicamos esfuerzos a hablar sobre los problemas del acceso a la cultura y la educación en medio de las restricciones y, a hablar de la educación en la ruralidad. Mención aparte merece el esfuerzo que se continuó para el crecimiento en 2020 de K+Lab que permitirá fortalecer la capacidad de Karisma en materia de seguridad digital y el seguimiento a la reforma al código electoral en la que, junto con otras organizaciones de la sociedad civil, impulsamos y conseguimos que se rechazara el voto por internet.

Iniciamos 2021 todavía con la realidad de la pandemia, con entusiasmo por la confianza de los financiadores y la solidez que dan los buenos resultados. Con el compromiso de apoyar las ventajas de la aceleración digital, que debería alcanzar a todas las personas, pero que debido a las grandes inequidades en países como Colombia pueden impactar indebidamente a poblaciones más vulnerables incrementando sus brechas sociales, económicas y culturales. Creemos que hoy más que nunca el trabajo de Karisma tiene mayor relevancia y mantenemos nuestro compromiso.

Gracias por acompañarnos.

Carolina Botero
Directora
Fundación Karisma

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