¡No pueden ser tantos pobres! La exclusión de personas beneficiarias del Sisbén a través de analítica de datos

2020-02-20 Leer en voz alta

La última versión del Sisbén excluirá a personas beneficiarias de este sistema, a partir del ejercicio de predicción de ingresos a largo plazo. También las vigilará por medio de la comprobación automática de su información en 34 bases de datos.

El Sistema de Posibles Beneficiarios de Programas Sociales (Sisbén) es un instrumento de clasificación social que califica a la población con puntajes de 0 a 100 en términos de “prosperidad”. Su manejo está a cargo del Departamento Nacional de Planeación (DNP).

El Estado recoge datos personales por medio de encuestas aplicadas a las personas que se ubican en zonas donde normalmente hay pobreza. Los datos recogidos pasan por un algoritmo que determina un puntaje de acuerdo con los parámetros que defina el DNP como característicos de una persona en situación de pobreza.

Del puntaje que cada persona obtenga, dependen los servicios sociales del Estado que pueda recibir; así pues, las entidades públicas encargadas de distribuir los beneficios estatales determinan quién “merece” asistencia -por ejemplo- en salud, educación o ayudas para la vejez y vivienda.

En 2016, el DNP consideró que cada vez hay más personas que pueden acceder a beneficios sociales pero que, según ciertos índices, hay menos personas en situación de pobreza. Por eso, decidió hacer cambios en el sistema y anunciar en los medios que “sacarán a los colados” y reducirán el número de personas con menos de 50 puntos en el Sisbén.

Incidencias de pobreza monetaria y multidimensional y porcentaje de población con puntaje bajo en la base del Sisbén III

Fuente: DNP, 2016

Para explicar por qué los índices de pobreza hablan de un número menor de personas en esta situación, respecto a lo que dice el Sisbén, el DNP ofreció dos explicaciones:

  1. El Sisbén les daba demasiado peso a las condiciones de vida y no a los “posibles” ingresos de las personas. La decisión del DNP fue cambiar el algoritmo para que determinara un “perfil de presunción de ingresos” incluyendo preguntas sobre las actividades económicas de cada persona tales como la cantidad y origen de ingresos, los gastos y los beneficios sociales que ya se reciben. La idea es que con esos datos se pudiera predecir un rango de “posibles ingresos” de una persona a largo plazo. En otras palabras, el DNP ya no quiere que se constate cómo vive una persona, sino cuánto sería su “probable” ingreso sin que sepamos qué se tiene en cuenta para calcular esto.
  2. Las personas están manipulando los datos para “colarse” en los beneficios sociales. Por esto, el DNP determinó verificar la información que las personas le dan a los entrevistadores sobre temas muy sensibles como salud, fecundidad, familia, condición de víctima y origen de sus ingresos con 34 bases de datos públicas y privadas. 

En el caso que haya una “posible inconsistencia”, las personas serán marcadas como registros “en verificación” y se le informará a la entidad territorial para que decida cómo actuar en el caso. Seis meses después de este aviso y si no hay solución de la entidad, las personas serán excluidas de los beneficios que estén recibiendo. Es decir, la analítica de datos se quiere utilizar para excluir y no para incluir, poniendo la vigilancia y la culpa de los problemas del Sisbén en las personas que más han sido marginalizadas por el Estado.

Con todo lo que investigamos, nos dimos cuenta que:

  •  El DNP se inventó un modelo de analítica de datos que determina quién merece la asistencia del Estado, no por lo que tienen, sino por lo que “podrían” llegar a tener.
  • Con este modelo, se vigila, juzga y castiga cada pequeña inconsistencia de las personas que han sido discriminadas por el Estado.

Si quieres entender mejor de qué se trata este caso, te invitamos a revisar nuestros blogs explicativos: 

¡Cúlpelos a ellos! La vigilancia sobre las personas en vulnerabilidad

¡No pueden ser tantos pobres! La exclusión de personas beneficiarias con analítica de datos. 

¡La suerte está echada! Los “merecedores” deben ser elegidos por sus “posibles” ingresos y no por lo que tienen.

Para saber más sobre esta investigación, puedes revisar: Experimentando con la pobreza: El SISBÉN y los proyectos de analítica de datos en Colombia.

O puedes descargar el informe directamente aquí

Consulta los documentos fuente de la investigación en este link.

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